17 de Enero 2004

LA NÁUSEA

Escribo este post rápidamente porque hoy me he acabado de leer La Nauseade Jean-Paul Sartre. Me ha hecho pensar, lo que no significa que me haya gustado especialmente. El personaje principal me cae fatal, no me gusta su forma de pensar y sobre todo el hecho de que piense en cosas en las que no se deberia pensar; y lo que más detesto es pensar que se pueda parecer a mi en algo. Lo único que disculpa a este persanaje tan patético es su evidente esquizofrenia. Un libro que se debe leer para conprovar que pensar demasiado es destrozarse la vida, que no tiene sentido plantearse el por qué existimos, ni tener un motivo para existir pues probablemente dejemos de hacerlo antes de conocerlo. Vamos, un libro para darte cuenta de qué és lo que no se quiere ser en la vida. Disfrutar sin pensar; eso es vivir. Pero se que soy del tipo de personas que necesito dejar constancia y me gusta sentir que pienso y recapacito; como ese infeliz que desprecia a los que todavía tienen ilusión por vivir. Por lo demás, un libro fácil de leer, que no de conprender, cargado de grandes frases para citar. Una novela filosofica que hace pensar, aunque no se quiera. Me llama la atención uno de los personajes, Anny; en parte porque alguna vez pense una estupidez similar. Ella definía a algunas situaciones cumbre, como la muerte, el amor, el odio,... , como situaciones privilegiadas; decia que es ese tipo de situaciones se debia actuar de una manera concreta y así se conseguían los momentos perfectos. Anny le habla al protagonista de la primera vez que la beso: "(...)Lo que nunca supiste es que estaba sentada sobre unas ortigas; se me había levantado el vestido, tenía los muslos llenos de pinchazos y al menor movimiento nuevos pinchazos. Bueno, allí no hubiera bastado el estoicismo. Tú no me turbabas nada, no sentía un deseo particular de tus labios; el beso que iba a darte era de una importancia mucho mayor, era un compromiso, un pacto. Entonces, comprendes, el dolor resultaba impertinetente, no era permitido pensar en mis muslos en un momento como aquel(...)". Creo que aunque en determidas ocasiones esperemos un determinado comportamiento los momentos perfectos no existen porque nunca ocurren tal y como los imaginamos; una suerte, porque si no esa falta de espontaeidad haria que dejaran de ser perfactos. Creo que más bien se trata de aprender a disfrutar de los momentos semi-perfectos.

Escrito por secuestrada x la luna a las 17 de Enero 2004 a las 09:45 PM
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