Un barco, el mar
cuando anochece
- ¿cómo decir cuando anochece que anochece sin decir que anochece?-
y el saxo de John Coltrane estallando
directamente en tu celebro:
¿Queréis droga más dura?
¿Cómo es posible
que aún sean legales
el mar, la muerte lenta
del sol,
los barcos
grandes como el mundo,
Miles Davis y la cinta magnética, los Aiwa portátiles baratos,
las pilas de todos los timbres que vos apretás
y sobre todo
los demoniácos auriculares?
Prohibid
la música y el mar y los atardeceres:
dan placer.
Iván Tubau