No tengo ganas de escribir últimamente; no tengo nada que contar porque mis dias son aburridos y no tengo ganas de reflexionar sobre nada porque prefiero no pensar. Hoy he enjaulado mi opinión. Os dejo unos versos que escribi hace años cuando todavia era una adolescente que podia permitirse el lujo de ser pesimista. Pero creo que la sensación de astio absoluto era muy similar a la que siento ahora aunque la autora sea otra.
Se pierden los caminos de vuelta
entre charcos de lodo
que forman los recuerdos.
Difuminan entre la niebla
barcos a la deriva.
El viento sangra enredado
entre las espinas de los árboles.
Los rayos duermen las neuronas,
pájaros muertos yaciendo
en un nido de sombras.
Se caen las estrellas en un pozo sin sombra.
Se pierden las sonrisas en un ayer en blanco y negro.
Todo cuanto es y existió
caerá en el abismo de un pensamiento roto.
Un recuerdo hecho de hojas secas.
La mente duerme en un letargo
de eternos sueños.
Ya no brotan ramas
de un mundo de ilusiones.
Ya no brotan verdes letras
de un corazón latente,
sino el miedo de entre las telarañas
de la tumba del pensamiento.
Cumbre de espesuras,
de ideas borrascosas,
en medio de la monótona melodía
del silencio.